4 de diciembre de 2014

A propósito de la muerte de Gómez Bolaños

Hace algunos días recibí a través  de Facebook un mensaje muy particular de parte de mi amiga Patricia Calero, en el que me expresaba: “Yo sé que sólo vos no lloraste x Chespirito….ijajjajajj!”. Mi respuesta ante este mensaje  fue algo secante: y ……..que tiene de malo?, a lo que  Calero me respondió que  no  había entendido el chiste, pero la verdad que sí  lo había entendido.

El mensaje me llevó a reflexionar y a observar que fui el único que  no publicó sus condolencias, ni subió foto alguna del comediante, no compartió  ningún video de sus programas y por supuesto no cambié mi foto de perfil con la foto de alguno de los personajes de la serie de Chespitito.
Esto me llevó a escribir un comentario  en mi cuenta de Facebook: “ sólo  yo no me puse triste”, jajajjajjaxD.

Las razones por las que escribí este comentario, es porque soy honesto y el programa de Chespirito nunca me  pareció gracioso, aunque no negaré  que más de alguna  vez miré uno de sus programas; la verdad no tengo ningún recuerdo de  alguno de sus programas y que éste haya marcado mi infancia.

Cuando de México se trata, tengo algunos sentimiento  de rechazo hacia su futbol, su farándula (no me gusta la farándula) y sus modelos de televisión impuestos  por la búsqueda  del éxito a través  de los horizontes del espectáculo.

Pero retomando  el programa  de Gómez Bolaños; tal vez  no recuerde a la perfección alguno de sus programas, pero sí recuerdo   ver  una  y otra vez  noticias sobre  el narcotráfico  y cómo estos grupos delincuenciales   agreden  a personas inocentes y familiar humildes.
43 Estudiantes  están desaparecidos, a pesar de la conmoción  que esta noticia  ha provocado, no se compara con las maratónicas  trasmisiones que  le han dedicado a este personaje  cadenas internacionales como Telemundo y Univisión,   no obstante  a las 43 familias que viven  momentos de zozobra  muy pocos los lloran, sus historias no calan  en las sociedades enajenadas  por las celebreties  y el espectáculo banal.

Ayozinapa vive momentos de angustia, los desaparecidos son  llorados por pocos, a pesar de quienes  se han unido  a las luchas sociales  para exigir respuestas , sería  bueno que  empezara a brotar  la solidaridad  lejos de la palestra  mediática  que los ignora y que sólo  mira en ellos los efectos políticos  como la crisis que actualmente  se vive en el país  Azteca.