6 de febrero de 2013

LA FIESTA DEL CHIVO



Las fiestas  nos encantan a todos, son una  especie de ritual en la que la sociedad converge para disfrutar, buscar, encontrar, perder y sobre todo recordar con aquellos a los que consideramos dignos de  nuestro círculo social, sin embargo las fiesta a la que asistí ( de manera espiritual, por supuesto), fue una, en la que la sangre servia de bebida,  la violencia de espectáculo  la conspiración de chisme y un dictador  como el gran anfitrión  de la noche.

Mario  Vargas Llosa es el causante de tan explendida celebración, si se le puede llamar de este modo. La Fiesta del chivo fue escrita en el año 2000, aunque  parece una  novela histórica el escritor  ha sido enfático en que es una novela y como tal  la ficción  es la esencia  que envuelve la trama de ésta , no  obstante es valedero considerar  como las  historias  que  se nos cuenta    hace meditar cómo  los excesos de poder envuelve al hombre, por otra parte,  que tanto importa la vida humana cuando  está en peligro un cargo de poder y por último  hasta que punto se pude llegar por conseguirlo.

Urania  Cabral es  la  protagonista   principal de la  novela, quien decide  regresar  a  su  país  República Dominicana, pero específicamente a su cuidad natal Santo Domingo, antes llamada cuidad Trujillo, sus motivos: visitar a su padre  anciano y enfermo. Su  llegada  es más que un simple viaje; todo Santo Domingo le recuerda a su niñez, cuando el chivo era  el todo poderoso  y su padre  su   mano derecha. José Leónidas  Trujillo  para Urania era   más que un dictador que gobernó a su  país por  31 años,  además de lo despiadado, cruel, corrupto y lívido  que se nos muestra en el libro, era un hombre de excesos, quien marcó la vida de una joven para siempre.



Agustín Cabral,  padre de Urania, era llamado el “cerebrito” , fue  Presidente del Senado y mano derecha del dicrador Trujillo, hasta  el día  que por medio del periódico se dio cuenta que había caído en desgracias,   lo cual  lo llevo a un desefreno total por tratar de recuperar el afecto hasta el extremo de  ofrecerle a su hija  como  ofrenda para  saciar  los institos carnales del “chivo”.
La narración de  la historia  tiene  dos líneas  una  es la de Urania, quien   abre su  pasado  para  retratarnos República Dominicana desde  la óptica de una niña, quien nos describe como  era su entorno de lado  donde Trujillo era alabado  y amado, por  otro lado  está el plan que se  quiere ejecutar para acabar  con el dictador y dar así fin a la  opresión  que sufre  el pueblo dominicano.Indudablemente  el premio Nobel  no pudo escoger otro nombre  mejor, La fiesta del Chivo.

El lector  sufrirá varios proceso al leer la novela al igual que cuando va una fiesta muy temprano; primeramente  el ambiente  narrativo es muy suave  y no parece impresionar, luego  el cambio  de tiempos y narración se asimila al cambio de parejas durante  el baile y no se podía  quedar por fuera el espectáculo y la bebida, la violencia  y la  sangre  derramada  de gente  inocente son la combinación exacta, posteriormente  se llega al punto culmen en la que  que leer ya no es una actividad distractiva, sino  de placer, pero  lamentablemente  al igual que la fiesta y todo lo bueno  que conlleva debe terminar. Un fin que no es muy grato, mas así es la verdadera vida, porque ninguna dictadura  en el mundo ofrece un camino a la solución y peor para aquellos que tienen el valor de enfrentarla.
Esta novela puede ayudar a explicarnos en cierto modo como fueron y son las dictaduras, aunque en la actualidad todo es más estratégico, por ello  una vuelta  al  pasado nos ayudará a entender  el vicio del poder. Una  novela única que impregna  sentimientos encontrados  para el lector  que es  político activo  y más  aún  si éste se identifica con la derecha  o izquierda y  en conjunto  con  el  protagonismo y la influencia del personaje  que hace muchas décadas  acecha a nuestra pobre Latinoamerica: Estados Unidos.

Excepcional así describo  esta forma de arte escrita que enjuga  lo más profundo del ser humano  como es la sed por la libertad y  la cicatrices  que la  historia  marca en la piel y que son imborrables, por ello amigo y amiga lectora te invito a que leas la novela.