Cuando
se habla de Nicaragua a nivel
internacional por lo general lo que ocupa el interés de los medios
internacionales es hablar acerca de la basura política, pero por
un momento eso ha cambiado
porque un boxeador de la tierra pinolera ha hecho historia al
vencer a su oponente.
Entre los
balazos, en medios de los enfrentamientos
de la guerra que asoló Nicaragua durante
los años 80 creció Osmar Bravo,
quien el pasado 30 de julio
ganó su primer encuentro en los Juegos Olímpicos. Bravo originario de la comarca santa Fe, en el departamento
de Nueva Guinea, es único nicaragüense que ganó su pase
para viajar a Londres.
Las cicatrices
de la guerra hicieron que el
boxeador se formara y tomara carácter “Nací entre balazos de la
guerrilla, con mi mamá huyendo por los montes. Pero lo importante es que salí
bien y aquí estoy, representando con orgullo a mi país, y con grandes
esperanzas de darle la primera medalla olímpica”. Desde muy pequeño está acostumbrado al trabajo, a la edad de 7
años aprendió el oficio de ebanista, con el cual sustenta
a su humilde familia, su trabajo
de ebanista es combinado con el de boxeador, combina tablones
pesados con cuerdas de saltar, los sacos
pesados y las largas corridas en
la mañana se combinan para consolidar al púgil nicaragüense.
El
originario de santa Fe logró una victoria histórica, quien empezó perdiendo 2-5 frente al montenegrino Bosko
Draskovic, posteriormente logró emparejar
el enfrentamiento y finalmente con
contundentes combinaciones venció a su contendiente en 16-11, y pasó a
octavos de final en la división de los 81 kilos, peso semi pesados.
A
pesar que tuvo un inicio
negativo Bravo nunca perdió
el optimismo "Al
principio no
le conocía y no sabía cómo llevarlo", "Levanté el segundo asalto
cuando cambié de estrategia y demostré las armas que tengo en mi arsenal
técnico. Saqué corazón, pude alcanzarlo mejor y definí en el tercero. Acabé
fuerte, pero no fui a por el nocáut. Sólo quería la victoria".
Esta primera victoria para la selección de Nicaragua
representa las esperanzas de
conseguir su primera medalla olímpica, en manos de un hombre humilde
que siempre ha sido y tenaz para luchar contra cualquier adversidad y que
no piensa detenerse ante nada y
nadie que le quiera impedir conseguir
su propósito , de acuerdo a su
amigo y entrenador Javier Medina, “ imagínate,
que hace dos años, cuando llegó a la selección nacional de boxeo, su firma era
una rayita. No sabía leer ni escribir, pero estudió por las noches y aprendió.
Tiene una voluntad tremenda”.
Otro
nicaragüense que también logró esta Azaña
fue Marcos Romero en Barcelona 1992, donde fue eliminado en su único combate,
por lo que toda Nicaragua celebra este triunfo por todo lo alto, los diferentes medios de comunicación nicaragüenses destacaban en sus titulares la proeza del púgil, así mismo las redes sociales como Facebook y Twitter fueron utilizados para expresar
el primer triunfo de Nicaragua en
estos juegos.
Este
boxeador no está satisfecho quiere más: “Después de esto me veo con
posibilidades de ganar una medalla. Nadie me para. Tengo mucha hambre, y una
medalla sería un premio a tanto sacrificio”, su trabajo se ha ganado
la admiración de todo sus coterráneos,
quienes después de su triunfo salieron
por su localidad natal y con cohetes, vivas y una caravana que finalizó en la casa de su mamá,
todos esperas que desde Nicaragua Osmar pueda escuchar los gritos de todos sus amigos que decían: “no vengás con las manos vacías”.
A
pesar que muy pocos nicaragüense se encuentran en Londres Osmar lo entiende, pues su país, es el segundo más pobre, pero con riqueza de espìrito: "Somos muy pocos los
nicaragüenses acá y sentía la responsabilidad del país encima porque me llaman,
diciendo que soy la única esperanza de medalla. No quise hacer entrevistas
porque quería concentrarme en la pelea y me gusta hablar en el ring"
Me gusta Perseo, muy periodístico! =)
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