Con
esta inusual frase saludo todos los domingos a mi profesora de inglés María Median, quién inmediatamente me
responde con un saludo similar ’’hello
my bipolar student’’, probablemente quién sepa el concepto de un trastorno afectivo bipolar, pensaría que estamos locos por usar términos médicos para
saludarnos.
El trastorno bipolar que describe un trastorno del estado de ánimo
caracterizado por la presencia de uno o más episodios con niveles anormalmente
elevados de energía, cognición y del estado de
ánimo. Clínicamente se refleja en estados de manía
o, en casos más leves, hipomanía junto con episodios concomitantes o alternantes de depresión,
de tal manera que el afectado suele oscilar entre la alegría y la tristeza
de una manera mucho más marcada que las personas que no padecen esta patología.
Aunque con extrema frecuencia usamos estos
términos no quiere decir que realmente
seamos bipolares, simplemente somos diferente a los prototipos de una sociedad convencionalista
de allí el hacho de saludarnos con el término bipolar. Ambos somos muy diferentes pero
tenemos algo en común no nos gusta ser copia
de nadie.
La referencia que consulté acerca del trastorno
bipolar me ubican dentro de ellas como: exaltación del estado de ánimo, pero
por razones que me rodean
y que a diario las percibos en la televisión, la radio y en los periódicos, es la triste
realidad de una nación que se condena al retraso social y
cultural.
La grandeza de
mi profesora radica en su personalidad,
la cual nunca se ve opacada por
hechos trágicos, la tristeza en su vida no tiene
razón de ser, por ello siempre la veo con su sonrisa de oreja a oreja. El ser es la esencia de la vida, que como estudiante y maestra hemos optado a ser diferente; a
tomar y mezclar dos caminos opuestos
como lo correcto y lo incorrecto y seleccionarlos a nuestro gusto y antojo para
complementar esa parte que nos hace falta y que según veo jamás llenaremos
porque somos diferentes en un mundo de
iguales.
Querido Perseo!!! por aquí estuve!!!
ResponderEliminarMi querido amigo , definitivamente tu personalidad no se pierde dentro de tu prosa :)
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